FUGAZ Y ETERNO A LA VEZ / SIMULTÁNEAMENTE
De la misma forma en que se abrían los pétalos del loto anunciando el nuevo día salían las
notas del arpa cuando Neheh rozaba las frágiles cuerdas del instrumento bajo el sicómoro a
orillas del Nilo.
"Que huela a loto y de sombras a las palabras", que a la vez recuerde una animada y cálida
noche de verano y un tranquilo y frío amanecer de invierno; que evoque el nacimiento del sol,
la aparición del disco en el cielo, si nos referimos a los mágicos días de vida de la ciudad de
Akhetatón, o el brillo de Ra, si estamos frente al majestuoso templo de Amón en Tebas bajo el
mando de Ramsés II
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.
Los egipcios también viajaron, como los griegos, pero fueron los primeros los que petrificaron
los bosquecillos para convertirlos en sus templos, fue el caminar entre los árboles bañados
por el Nilo, lo que les permitió ver, transformar, petrificar y consagrar su flora. Fue un conoci-
miento FUGAZ, que ETERNIZA, una visión, una sensación, un perfume, una estancia, en con-
clusión un espacio trans-formado, que todavía está vivo para nosotros.
Antonio Navarro, dice: Desde el silencio reinvento nuevos paisajes, donde refugiarme, donde
esconderme, donde perderme... Pero no busca encontrarse desde ese silencio, porqué?. Gide,
Andrè
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decía: El arte de perder el contacto con la realidad y con la vida, se convierte pronto en
1
Pérez Villamor, Pilar, “Árboles y flores en el Antiguo Egipto”.
(Enero de 2005)
http://amigosdelantiguoegipto.com/?p=8184, consultado 23/10/2016.
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Gide, Andrè. Defensa de la cultura. Madrid, eds. de la Torre 1981 (1935)